¿Piensa repetir?
Sí, he vuelto a dirigir en teatro, esta vez un montaje transmedia para el Teatro de la Abadía de Madrid, llamado Los últimos, de Carlos Zamarriego con Ángel Velasco como protagonista. La obra tiene un doble formato: para streaming, que se puede ver en el ciclo #TeatroConfinado del Teatro de La Abadía, y para sala, que estamos ahora preparando. Y seguro que habrá más proyectos en el futuro inmediato…
Durante 2018 y 2019 ha vivido grandes emociones, a nivel nacional e internacional, gracias a Viaja la palabra, que fue el pistoletazo para retomar su carrera musical. ¿La propuesta escénica, musical y audiovisual perdura en Canciones para salvarme?
Canciones para salvarme sigue la misma propuesta de proyecto multidisciplinar que quiero para mi música. La base de todos son mis canciones, la letra, la melodía… Pero luego he apostado por una fuerte presencia de la parte de diseño, toda la parte gráfica junto a Koi Samsa en la parte estética de todo el trabajo y Marcus Carus en los materiales audiovisuales y en el directo, donde él dibuja mientras tocamos. Marcus ha dirigido el primer videoclip del disco y todos los videos que han acompañado al proyecto. Están todos disponibles en mi canal de YouTube. En cuanto al directo, a pesar de este momento tan complejo que estamos viviendo, estoy haciendo algunos conciertos y tengo algunas fechas de gira cerradas en Madrid, Córdoba, Jaén, Mijas y se seguirán sumando: hay que seguir en la batalla de la Cultura.
En 2019, regresó al anfiteatro de Mérida para interpretar a Prometeo joven en el Prometeo de Esquilo. ¿Cómo fue de dar vida a ese personaje en un lugar tan mágico?
Fue otro viaje especial. Luis García Montero hizo una versión de Prometeo que te ponía los pelos de punta… Poder hacer esos textos en lugares como el Teatro de Mérida es una suerte. Siempre que actúo allí me sobrecoge. Tengo suerte de poder compartir este tipo de experiencias con el público y con equipos tan estupendos como el que se formó en esta ocasión. Ahora, con lo estamos viviendo, esto se valora aún más.
Quizá poca gente sepa que es bastante conocido en Finlandia…
Bueno, hay que guardarse ases en la manga, jajaja,…
Cuéntenos los próximos proyectos que tiene en mente.
Pues, de momento, la situación tan compleja que atravesamos en general y en el mundo de la Cultura en particular, hace que sea más difícil planificar. Confiemos en que pronto veamos todos la luz y la gente vuelva con entusiasmo al cine, al teatro, a los conciertos. Como decía, mi idea es seguir con la música, por supuesto y también con teatro. En abril estrenamos con Feelgood Teatro en Madrid El ciclista utópico, una peculiar comedia de la mano de Yayo Cáceres y en mayo empiezo de nuevo a hacer conciertos. Además, estoy a la espera de que se anuncie el estreno de la segunda temporada de El Vecino en Netflix, en cuya grabación participé justo al salir del confinamiento.