El invierno en el Valle de Arán
El paraíso para los amantes del deporte y de la naturaleza
Texto: Paula Martín
Fotos cedidas por: Baqueira Beret y Foment Torisme Val d’Aran
Foto portada: ©Baqueira Beret
El paraíso para los amantes del deporte y de la naturaleza
Texto: Paula Martín
Fotos cedidas por: Baqueira Beret y Foment Torisme Val d’Aran
Foto portada: ©Baqueira Beret
En la temporada más fría este bello rincón del Pirineo se tiñe de blanco, un hecho que no pasa inadvertido para los apasionados de la montaña. La combinación de actividades deportivas, gastronomía, arte y naturaleza constituye una oferta inigualable que atrae a multitud de visitantes durante el periodo invernal
Remonte de Cara Nord.
Foto ©Baqueira Beret
El Valle de Arán (la Val d’Aran) es una comarca ubicada en la vertiente norte de los Pirineos centrales, en la provincia de Lérida.
Permaneció aislado del resto de España hasta que la inauguración de la carretera del puerto de la Bonaigua, en 1924, supuso el primer paso para la comunicación con Cataluña. Sin embargo, no fue hasta 1948, con la apertura del túnel de Viella, cuando el valle logró una conexión fluida con el resto del territorio durante todo el año. Esta particularidad ha hecho que sus habitantes cuenten con una cultura, una gastronomía e, incluso, un dialecto propios. Actualmente, conviven allí tres lenguas oficiales: el aranés (dialecto local del gascón), el castellano y el catalán.
Val d’Aran significa “valle de valles”. El Garona es el río más importante y no sólo recorre el valle principal, sino que sus aguas y las de sus afluentes atraviesan también los valles laterales.
Su extensión es de 620 km y el 30 por ciento de su territorio se sitúa por encima de los 2.000 m de altitud. Limita al norte con Francia (departamento de Alto Garona), al suroeste con la comarca aragonesa de la Ribagorza (Huesca), al sur con la comarca catalana de Alta Ribagorza (Lérida), y al este con la de Pallars Sobirá (Lérida). Su capital es Viella (Vielha Mitg Arán), centro neurálgico del valle por su vida nocturna y la multitud de comercios y hoteles que alberga.
Una estación de primer nivel
Baqueira Beret es la estación de esquí y snowboard del valle. Cuenta con unas condiciones naturales únicas. La orientación de sus laderas, la calidad de su nieve y sus magníficas instalaciones hacen de esta estación una de las más valoradas y visitadas de nuestro país.
Abarca 167 km esquiables (162 km de pistas balizadas y 5 km de itinerarios fuera-pista) y su orientación atlántica asegura un gran volumen de nieve. Acoge 111 pistas para todos los niveles (5 verdes, 43 azules, 46 rojas y 17 negras) a las que se suman tres trazados fuera-pista, que se distribuyen a lo largo de 1.100 m de desnivel entre la cota máxima del Baciver, a 2.610 m, y los 1.500 m de la base en Baqueira. Todo ello permite a los más atrevidos disfrutar de un freeride único y también la práctica del esquí y snowboard en familia en las áreas de debutantes. Además, dispone de pista de trineos y de raquetas de nieve y siete kilómetros para esquí de fondo.
Otras atracciones de interés son el Boardercross, un divertido circuito con grandes dubbies y peraltes de fácil ejecución; el Audi-Ski Kronos, un trazado de 12 puertas en el que se cronometra y se graba a cada esquiador para que posteriormente pueda compartir su video en redes sociales; el Stadium de slalom, el Snowpark, coto exclusivo para riders y freeskiers; el Funpark, un espacio interactivo para que los más pequeños disfruten acompañados de sus familias; o el circuito de conducción sobre nieve (Audi Driving Experience).
Para facilitar el desplazamiento entre las cuatro zonas de la estación (Baqueira, Beret, Bonaigua y Baciver) existen 36 remontes con una capacidad total de más de 61.024 personas/hora, a los que se suman en la próxima temporada dos nuevos en la zona de Beret: TSD Clòt der Os y TQ Pla de Beret.
Trineo tirado por perros. Foto @val_d’aran_photos
La estación también cuenta con diferentes escuelas de esquí en las que se pueden aprender y perfeccionar las diferentes modalidades (esquí, snowboard, telemark o nórdico) así como 7 locales de alquiler y reparación de esquís.
Asimismo, incluye cinco restaurantes y 20 puntos de restauración en pistas. A lo largo de ellas y especialmente en la terraza de Beret 1.850 y en el Baqueira Bar 1500 hay DJ o música en directo cada fin de semana para finalizar la jornada de esquí con un ambiente muy animado.
Por otro lado, en el área de influencia de la estación existen 11.300 plazas hoteleras y 22.000 residenciales. Además, dispone de siete aparcamientos con más de 5.000 plazas y un buen servicio de transporte público.
Experiencias únicas
Pero junto a la práctica del esquí y el snowboard, el Valle de Arán ofrece infinitas opciones de diversión en la temporada invernal.
Para los amantes de las emociones intensas, el esquí de montaña es la mejor elección. Tener la oportunidad de conducir una moto de nieve recorriendo los rincones más bellos del valle ofrece una experiencia única y llena de adrenalina (ruta de 28 km ida y vuelta desde el Plan de Beret hasta Montgarri o ruta de 9 km desde Salardú a los Banhs de Tredòs con comida a la brasa incluida).
Una de las experiencias más increíbles es el heliesquí o heliboarding, que permite disfrutar de parajes inaccesibles y de la nieve virgen volando con un helicóptero hasta los picos más altos del valle para posteriormente realizar los descensos más trepidantes.
Si, por el contrario, el objetivo es pasear tranquilamente entre los bosques nevados, la mejor forma de hacerlo es con raquetas de nieve o en trineos tirados por perros o caballos.
Para poder disfrutar al máximo de actividades como las raquetas de nieve o el esquí de montaña es aconsejable también ir acompañados de guías y conocer el estado de los accesos a las áreas recomendadas. Actualmente existen 37 itinerarios distintos. Además, hay diversos refugios de montaña y de alta montaña que pueden ser reservados previamente (www.lacentralderefugis.com)
Para poder disfrutar de la montaña con total seguridad es importante seguir las siguientes recomendaciones: Consultar la previsión meteorológica y el peligro de aludes; planificar el itinerario con guías y mapas; comunicar a dónde vamos; conocer y llevar material para aludes: detector de víctimas de aludes (DVA), sonda y pala; llevar ropa impermeable y de abrigo; e ir siempre acompañado en grupos de tres a cinco personas o con un guía experto.
Foto: Paula Martín
Pueblos de ensueño
El Valle de Arán es mucho más que nieve y deportes de invierno. Si el objetivo de nuestro viaje está más relacionado con el arte y la cultura, este territorio atesora 33 pequeños pueblos de gran encanto, construidos en piedra y pizarra, por los que el tiempo no pasa. Disfrutar de poblaciones recónditas, de sus iglesias y de su patrimonio artístico y cultural rodeados de la espectacular belleza de su intensa naturaleza, es una experiencia única.
Determinar cuál es el pueblo más bonito del valle es complicado, aunque muchos coinciden en que es Arties. Esta pintoresca pedanía perteneciente al Alto Arán acoge en invierno a muchos esquiadores amantes también de la buena gastronomía y de la belleza del entorno.
Salardú.
Foto: Francesc Tur
Pasear por las calles y alrededores de Arties al atardecer es una auténtica delicia. Entre sus joyas arquitectónicas destaca la Iglesia de Santa María, de estilo románico, y la Iglesia de San Juan (Sant Joan), construida a principios del siglo XIV, de estilo gótico. También se pueden visitar los restos de su antiguo castillo, así como la torre y capilla de la casa de los Portolà, del siglo XVI y que actualmente funciona como Parador de Turismo.
Iglesia de Santa María de Arties. Foto @val_d’aran_photos
Vilamós es considerado el pueblo más antiguo. Ubicado en un altiplano de la montaña d’Uishèra, en la falda del Montludea posee una magnífica iglesia, la de Santa María, además de la ermita, también románica, de San Miguel (Sant Miquel).
También resalta por su belleza Unha, una localidad muy bien conservada que forma parte del municipio de Alto Arán. Situada a los pies de Pui d’Unha, y a orillas del río Unhóla, se halla muy cerca de la estación de Baqueira Beret. La iglesia románica de Santa Eulalia (Santa Eulària) corona esta población con su torre octogonal. En el ábside de la iglesia se encuentran pinturas románicas con motivos religiosos.
Otro de los singulares núcleos que forman el municipio de Alto Arán es Garòs, una pequeña población a los pies de la montaña de Espiargo, entre los barrancos de Salider y Cal. Sobresale en ella la Iglesia de San Julián (Sant Julià) y especialmente su campanario.
Sin embargo, el campanario medieval más espectacular de la zona lo encontraremos en Salardú (capital del Alto Arán). Pertenece a la Iglesia de San Andrés (Sant Andreu), una de las joyas artísticas del valle que combina los estilos románico y gótico.
Bossòst es una villa del Bajo Arán que desprende un gran encanto. Se sitúa muy cerca de la frontera con Francia y entre su patrimonio se halla el templo más representativo del románico del valle: la Iglesia de Santa María de la Purificación (Mair de Diu dera Purificacion).
No podemos obviar que Viella también posee un gran atractivo, aunque algo deslucido por algunos edificios de nueva construcción. Para descubrirla realmente hay que pasear por las calles que fluyen junto al río, observando las casas medievales características de esta población, y no dejar de visitar la Iglesia de San Miguel (Sant Miquèu).
Flora y fauna
Para los más interesados en la naturaleza, este bello rincón pirenaico les ofrece una experiencia inigualable. Su clima atlántico y el alto índice de precipitaciones permiten contar con un ecosistema único en la zona.
Sus densos bosques de hayas y robles, en las zonas bajas, así como la multitud de pinos y abetos, en las más altas, junto a sus prados, ríos, lagos y cascadas componen impresionantes estampas que el visitante no podrá olvidar. Son precisamente esos bosques el lugar preferido del oso pardo, una especie en grave peligro de extinción. Otras especies en regresión son la perdiz blanca o el quebrantahuesos, fundamentalmente por la amenaza que supone para ellas el desarrollo urbano.
Val de Toran
Foto: Rafael López Monné
Gastronomía contundente
Si hay algo que define al pueblo aranés es su contundente gastronomía elaborada con productos propios del valle como las setas, las carnes de cordero, ternera y caza, los pescados de sus ríos y lagos o los derivados del cerdo. Todos estos alimentos son protagonistas de ollas, guisos y sopas, platos muy consistentes e ideales para combatir el frío.
De influencia francesa son las recetas de pato, civets o patés. Otros platos típicos araneses son los caulets (coles rellenas de carne), truhada (patatas rellenas de carne), l’hereginat (de origen medieval, hecho con menudillos de cordero), torrin (sopa de ajo o cebolla) y sanganhèta (realizada con sangre de cerdo, panceta, ajo y perejiles picados).
La olla aranesa es sin duda el plato estrella de la comarca. Se elabora con varios tipos de carne, embutidos, verduras, judías blancas y fideos que se completa con la clásica pilota de carne picada, pan mojado en leche y huevo, al que se le añaden otros estofados contundentes de aves y carnes.
Olla aranesa.
Foto: Francesc Tur
Entre los productos típicos, destaca el caviar Nacarii, una exquisitez que se puede degustar en algunos de los restaurantes de la zona; el queso de montaña, elaborado de forma tradicional tal y como se hacía antaño en las casas aranesas; las mermeladas o el licor de casis, realizado a base de grosella negra.
También son bien conocidos los postres como las milhas, los tronquets, las crepes y también los que se elaboran con frutas del bosque como arándanos, moras o frambuesas.
Para los paladares más refinados, el destino idóneo es Arties, donde la mejor gastronomía de la zona puede ser degustada en típicas casas aranesas. También la capital ofrece una amplia oferta gourmet.
Quesos elaborado de forma tradicional.
Foto: Mikael Helsing
Aymar Navarro, esquiador freeride.
Foto ©Baqueira Beret
Los organizadores del Freeride World Tour (FWT) han escogido Baqueira Beret como estación inaugural del circuito, entre el 22 y el 28 de enero de 2022.
Esta competición mundial de esquí y snowboard, en su 15ª edición, reunirá en Valle de Arán a los mejores riders del mundo que competirán en las líneas fuera-pista más espectaculares.
El esquiador y freerider aranés, Aymar Navarro, que ya ha subido al podio en este tour, se ha mostrado muy emocionado por poder disfrutar de esta competición en la montaña de su casa. También está previsto que participe el joven esquiador local del valle, Abel Moga, que en este evento se estrenará en su primera incursión en el FWT.
Foto de fondo
Pistas zona Bonaigua.
Foto: Paula Martín
Otros eventos de interés
6 de diciembre: Salomon Quest Challenge.
16 de enero: Día Mundial de la Nieve.
28 -30 de enero: Trofeo Fundación Jesús Serra CDIA
31 de enero: Campeonatos de España de mushing.
5 y 6 de febrero: Marxa Beret de esquí de fondo.
5-6 de marzo: Trofeo Open Fundación Jesús Serra
11-13 de marzo: TOP CAEI FIS de esquí alpino
18- 20 de marzo: Campeonatos de España-Movistar de snowboardcross, skicross y slopestyle.
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